HABLEMOS DE COCCIGODINIA
Muy frecuentemente tenemos en consulta a pacientes afectados de coccigodinia o como se dice comúnmente dolor de coxis y culo.
La coccigodinia puede aparecer como una leve molestia a la que no prestamos atención y puede ir evolucionando hasta convertirse en un dolor crónico que acaba convirtiéndose en una pesadilla.
En efecto, puede ir mermando nuestra calidad de vida e impidiéndonos la realización de las actividades de nuestra vida diaria, sobretodo de las que se realizan sentado: conducir, comer, ver la televisión, trabajar con el ordenador, defecar, montar en bici, etc…
Los síntomas normalmente se acentúan al sentarse sobre superficies duras, pasar mucho tiempo sentado y por el cambio postural de sentado a estar de pie y se alivian generalmente quitando presión al coxis y utilizando cojines viscoelásticos para sentarse y taburetes ergonómicos para defecar
Causas de la coccigodinia
Las principales causas de coccigodinia suelen ser episodios traumáticos como por ejemplo una caída de nalgas, que provoque el desplazamiento anterior del coxis (subluxación) o una fisura/fractura del mismo, o un parto, que con el choque de la cabeza del bebé suele provocar desplazamiento posterior del coxis.
Otras de las posibles causas de esta dolencia pueden ser:
- Últimos meses del embarazo : el aumento de peso, el cambio de postura en la mujer y la consiguiente horizontalización del sacro pueden desplazar también el coxis .
- Neuropatía del nervio pudendo: irritación de dicho nervio que puede provocar dolor referido hacia el coxis
- Estreñimiento: malos gestos y malas posturas al defecar pueden afectar a los músculos elevadores del ano y por lo tanto provocar coccigodinia
- Aumento del tono de la musculatura del suelo pélvico.
- Micro traumatismos en el coxis debido a la práctica deportes como la hípica y el ciclismo.
Para diagnosticar la coccigodinia es necesario realizar tacto rectal para palpar la zona del coxis y los ligamentos sacrococcígeos y pubococcígeos, y valorar la movilidad del sacro y de la articulación sacrococcígea.
Es recomendable realizar radiografía tanto de pie como sentado para observar el cambio de posición del sacro y del coxis y valorar la fuerza de las extremidades inferiores, los reflejos y la sensibilidad por si pudiera existir algún problema de origen neurológico.