¿Qué me ofrece el método Pilates?
Llega enero y automáticamente la gran mayoría de nosotros pensamos en retomar nuestros buenos hábitos (si alguna vez los tuvimos) y ponernos en forma. Dejar de fumar, comer sano –y menos-, bajar del altillo aquellos patines que me regalaron allá por el pleistoceno y que aún no he estrenado, apuntarme a un gimnasio con la firme intención de acudir –esta vez sí- por lo menos dos veces a la semana, etc… ¡Ay enero, enero! ¡Qué caprichoso eres!
Y es que aunque no queramos reconocerlo, sabemos lo necesario que es el ejercicio y el movimiento para mejorar y conservar la salud. Y precisamente esta creencia es la que llena los gimnasios de gente levantando pesas, jugando al squash, montando en bici o haciendo natación. Sin embargo caen en el olvido las actividades de la vida diaria a las cuales no se les presta ninguna atención y son de suma importancia. Desde que apagamos el despertador por la mañana y salimos de la cama hasta que volvemos a acostarnos –normalmente de noche-, hay un sinfín de actividades físicas que realizamos y que necesitan un control y una precisión de movimientos importante. Tanto la alineación corporal como el correcto patrón de movimiento son esenciales para el óptimo desarrollo de dichas actividades. Pilates decía que una alineación correcta es la responsable de un movimiento óptimo. Y con esta premisa diseñó un método llamado Contrology. Hoy lo conocemos como método Pilates.
El método Pilates
Llegó a España hace ya casi 20 años y vino para quedarse. Y no es casualidad que cada vez más profesionales de la salud en el ámbito de la reeducación y rehabilitación utilicen los ejercicios descritos en el método para restaurar la funcionalidad articular y muscular de sus pacientes.
Analizando en detalle el ejercicio realizado en una clase de Pilates llegamos fácilmente a la conclusión de que dichos ejercicios aúnan a la perfección el trabajo muscular tanto isométrico, como concéntrico y excéntrico junto con la estabilidad lumbo-pélvica. Y aquí está la clave del éxito del método.
Es precisamente el aprendizaje de estos ejercicios y su posterior interiorización lo que provoca una correcta ejecución de los movimientos de nuestra vida diaria una vez que hemos terminado la clase. Por eso el método funciona, porque nos enseña a movernos más allá de las dos horas a la semana que se practique. Esta es la razón por la cual el método Pilates no es una moda, sino una realidad que lleva entre nosotros casi dos décadas y cada día cuenta con más defensores y simpatizantes entre los que somos profesionales de la salud.
En Fisiohm recomendamos practicar el método con máquinas y siempre bajo la supervisión de un profesional, pero este tema lo trataremos con más profundidad más adelante.