CUIDA TU SUELO PÉLVICO DURANTE EL EMBARAZO

En el post de hoy queremos hablar de métodos para cuidar nuestro suelo pélvico durante el embarazo, concretamente existen dos técnicas que están en auge y que son muy efectivas: el masaje perineal y el método EPI-NO.

Antes no se hablaba mucho de las consecuencias negativas de la episiotomía (corte que se realiza en la vagina durante el parto) para la madre, solo de la necesidad de cortar por el bien del bebé, para que no sufriera.

Pero actualmente sabemos que la episiotomía puede tener consecuencias muy negativas para el suelo pélvico de la mujer tales como:

–           Pérdida de placer sexual y/o anorgasmia

–           Dispareunia (dolor durante las relaciones sexuales)

–           Incontinencia urinaria, fecal o de gases

–           Estreñimiento crónico

–           Prolapsos (descenso de órganos): Cistocele ( descenso de vejiga),  rectocele (descenso de recto), histerocele ( descenso de útero)

Los dos métodos de los que vamos a hablar a continuación, nos permitirán disminuir considerablemente el riesgo de sufrir dichas consecuencias. Veamos en qué consisten.

El masaje perineal:

Durante el embarazo el cuerpo de la mujer experimenta un cambio muy grande: el centro de gravedad, situado en el ombligo, se desplaza tanto hacia delante que la musculatura del suelo pélvico y de la columna lumbar se contraen muy fuerte para lograr mantener la posición vertical y no caer.

Debido a esta fuerte contracción, se suelen producir contracturas a nivel del suelo pélvico( que causan molestias en las relaciones sexuales además de ciáticas) y es por ello que es interesante aplicar el masaje perineal, para preparar los tejidos alrededor de la vagina, estirando y reblandeciéndolos e incrementando la elasticidad del periné.

Además, el masaje perineal ayuda a la mujer a familiarizarse con la sensación de estiramiento de esta zona, de este modo experimenta sensaciones similares a las del parto y aprende a controlar los músculos que allí se encuentran, lo que le permitirá estar más relajada durante el alumbramiento.

Existe evidencia científica de que la práctica del masaje perineal a partir de la semana 31 de embarazo aproximadamente es útil también para reducir el trauma perineal en el parto (como desgarros espontáneos o la necesidad de realizar episiotomía) sobre todo en mujeres nulíparas (que nunca han dado a luz) o multíparas con episiotomía en su/sus partos anteriores.

Para realizar la práctica de dicho masaje se recomienda acudir primero a una valoración de suelo pélvico ya que si existen varices vulvares, flacidez perineal, infección urinaria o vaginal o amenaza de parto prematuro no se debería aplicar.

Una vez pasada la valoración lo ideal es que se realice el masaje en pareja, ya que con el cambio corporal que sufre la embarazada, le suele costar mucho acceder con facilidad a su propia musculatura perineal. Para aprender a realizar este masaje correctamente es conveniente que la pareja acuda a una sesión con el fisioterapeuta especializado en suelo pélvico.

Según el tono de la musculatura, se dará el masaje una o varias veces por semana hasta el mismo día del parto.

El método EPI-NO:

La musculatura perineal es complicada de trabajar, pues es bastante difícil identificarla y a veces podemos creer que estamos ejercitándola cuando realmente lo que estamos haciendo es contraer los glúteos o los abdominales.

Para asegurarnos de ejercitar bien la musculatura que corresponde, tanto para reducir el riesgo de episiotomía como para la recuperación postparto y evitar consecuencias como la incontinencia urinaria o los prolapsos, hay un dispositivo médico que puede ser de mucha ayuda. Dicho dispositivo, llamado EPI-NO, es un ejercitador pre y post parto que consiste en una especie de balón hinchable de silicona que se introduce en la vagina y va unido mediante un cable a una perilla de mano con manómetro integrado para supervisar la variación del tono muscular.

Su desarrollo se basa en una antigua costumbre africana, aún en uso, donde las mujeres embarazadas insertan suavemente una calabaza en su vagina para estirar los músculos pélvicos, y así facilitar el parto natural y reducir el riesgo de desgarros.

Se puede adquirir el dispositivo para utilizarlo en casa (es bastante útil en el post-parto) pero se aconseja acudir previamente a una sesión con el fisioterapeuta para aprender a usarlo correctamente.

Las contraindicaciones son las mismas que las del masaje perineal.

En Fisiohm estamos especializados en preparación al parto y podremos informaros de cualquier duda que tengais con respecto a estos métodos.

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