PORTEO O NO PORTEO….ESA ES LA CUESTIÓN
En otras culturas el no utilizar el porteo como método de transporte, no es una cuestión que se planteen las mamás que quieren llevar a sus bebés a donde quiera que vayan. El porteo forma parte de la vida, y pasa de generación en generación.
Pero aquí en estas latitudes, no es algo tan intrínseco y a veces tenemos dudas de qué es lo que más conviene tanto para el bebé como para nosotras.
PORTEO VS. BRAZOS
Se han realizado diferentes estudios biomecánicos sobre las diferencias de llevar al bebé en brazos y con un portabebés. Aunque no se han tenido en cuenta todas las variables (como por ejemplo el suelo pélvico, de lo que hablaremos luego), muestran en su mayoría que, siendo necesario coger a los bebés en brazos constantemente, el porteo mejora la sensación de carga y la fatiga muscular, mejora la postura de la mamá, y previene lesiones en la zona lumbo-pélvica.
El porteo permite llevar al bebé pegado al pecho durante el tiempo que estamos haciendo otras actividades como puede ser desplazarnos, hacer tareas de la casa, etc.
Esto permite tener una cercanía constante con el bebé y conlleva unos beneficios increíbles para ellos:
- Sensación de protección y tranquilidad
- Genera un mayor vínculo con la mamá (o el papá y otros miembros de la familia)
- Mejora su calidad del sueño (olor, temperatura, contacto…)
- Previene la plagiocefalia posicional (Bebés que tienen la cabecita excesivamente plana por el apoyo constante de esta en cunas, carritos, maxicosis…)
- Mejoran los cólicos por la posición vertical durante la digestión y por la temperatura.
Todo esto no se consigue de ninguna otra manera que no sea llevándolo encima en brazos, lo cual conlleva una limitación en las actividades, un gasto energético mayor y mayor carga para nuestro cuerpo, aún recuperándose del embarazo y del parto.
¿CÓMO SABER SI ME CONVIENE EL PORTEO?
Por todo lo comentado anteriormente podríamos decir SÍ AL PORTEO, si vamos a estar un tiempo prolongado con el bebé a cuestas, entre los 0-12 meses sobre todo. Pero, no todo es blanco o negro y no siempre es la mejor opción para la mamá.
Siempre se deben valorar otras cosas también:
- la postura de la mamá en el post-parto
- el suelo pélvico y el abdomen, en pleno apogeo de la recuperación. Ya haya sido un parto vía vaginal o con cesárea.
- la buena elección según tamaño y edad del bebé
- la correcta técnica con la que nos ponemos el portabebés que hayamos elegido.
Para estar seguras, lo ideal sería consultar con un profesional del suelo pélvico que nos ayudará con todo esto.
Si te encanta el porteo y tienes alguna molestia en la zona lumbo-pélvica no dudes en ponerte en contacto con nosotros. Te vamos a ayudar a corregir esa postura antes de que te hagas daño y así no tengas que dejar de coger a tus mochuelos ricos por alguna lesión